En Que Creemos
Declaración de Fe de La Iglesia Centro Cristiano Fuego Santo
“Aunque todos los pueblos anden cada uno en el nombre de su dios, nosotros con todo andaremos en el nombre de Jehová nuestro Dios eternamente y para siempre”.
Miqueas 4:5
Las doctrinas fundamentales de salvación proclamadas por esta organización corresponden al
Plan completo de salvación establecido en la Palabra de Dios.
Estas doctrinas son:
1. Las Escrituras
Creemos que los 66 libros de la Biblia son Sagradas Escrituras dada a los hombres por medio de inspiración divina. Estas Sagradas Escrituras representan la infalible palabra de Dios. ( 2 Pedro 1:19-21; 2 Tim 3:16-17)
2. Un solo Dios
Creemos en un solo Dios, infinito en su naturaleza, creador de todas las cosas, visible e invisible, y por quien todas las cosas subsisten, y quien siendo uno en esencia es tres en personas: El Padre, El Verbo, y el Espíritu Santo. Un solo Dios, una sola mente, uno en esencia, tres personas en función. (I Juan 5:7)
• Creemos en la existencia eterna de un Dios, creador y sustentador del universo, eternamente existente en tres personas: Padre, Hijo y Espíritu Santo teniendo cada uno los mismos atributos de Dios, iguales en poder y gloria.
3. Jesucristo
Creemos en que nuestro Señor Jesucristo es el Verbo de Dios hecho carne y por lo tanto el hijo unigénito de Dios. (Jn 1:1,14; Jn 3:16)
4. Creemos en las siguientes declaraciones sobre Jesucristo:
* Su nacimiento fue virginal (Mat. 1:23; Lucas 1:31-35)
* En su vida nunca hubo pecado (Heb. 7:26; 1 Ped. 2:22)
* Murió en la cruz para redención de nuestros pecados y solo por medio de este sacrificio podemos nosotros ser salvos (1 Cor. 15:3; 2 Cor. 5:21)
5. * Su resurrección de entre los muertos fue corporal, su cuerpo resucito (Mat. 28:6; Lucas 24:39; 1 Cor 15:4)
* Esta sentado en cuerpo a la diestra de Dios Padre (Hechos 1:9, 11; 2:33; Fil. 2:9-11; Heb. 1:3)
6. Creemos que el hombre fue creado bueno y justo
Porque Dios dijo: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza. Mas el hombre, por transgresión voluntaria cayo; y por lo tanto, se acarreo no solo la muerte física, sino también la muerte espiritual, que es separación de Dios (Gen. 1:26, 27; 2:17, 3:6; Rom. 5:12-19). Creemos que el hombre no se puede salvar por si mismo y que solo por medio de Jesucristo puede ser salvo. (Hechos 4:12)
7. La Salvación
El eterno amor de Dios por sus criaturas es tan grande, que siempre se ha propuesto rescatarlas o salvarlas. L hombre dejo de vivir como un hijo de Dios, pero el Señor nuca dejo de ser su padre, por cuanto Dios no puede dejar de ser por su naturaleza divina.
Esta salvación fue provista cuando el verbo, que es Dios, se hizo carne, vino como hombre, y murió por los pecados de todos. Jesús murió como sacrificio expiatorio por los pecados de todo el mundo. Derrotando a las fuerzas del pecado y de la muerte, mediante su gloriosa resurrección ( 2 Cor 5:14,55; Hch 13:38-39 ; 1 Tim 1:15; Lc 2:10-11; hch 20:24; Rom 1:16)
8. Las ordenanzas de Cristo
Creemos que nuestro Señor Jesús estableció dos ordenanzas en la iglesia:
El Bautismo en Agua y la Santa Cena.
La ordenanza del bautismo por inmersión se establece en las Escrituras. Todos los que se arrepienten y creen en Cristo como Salvador y Señor tienen que ser bautizados. De esta manera se da un testimonio al mundo de que la persona ha muerto con Cristo y que juntamente con El se ha levantado a nueva vida (Mat. 28:19; Mar. 16:16; Hechos 10:47, 48; Rom. 6:4).
La Cena del Señor, consistiendo en los dos elementos, el pan y el fruto de la vid, expresa nuestra participación de la naturaleza divina de nuestro Señor Jesucristo (2 Ped. 1:4), un memorial de sus sufrimientos y muerte (1 Cor. 11:24), una profecía de su segunda venida (1 Cor. 11:26); y es una ordenanza para todos los creyentes «hasta que El venga».
9. Creemos que el Espíritu Santo mora en el corazón de todos los que hayan aceptado a Cristo Jesús como su único salvador. (Jn 7:38, 39)
10. Creemos en el bautismo del Espíritu Santo y que este debe ser buscado por todo creyente. El Bautismo en el Espíritu Santo es distinto de y subsecuente a la experiencia del nuevo nacimiento (Hechos 8:12-17; 10:44-46; 11:14-16; 15:7-9), y trae la investidura de poder para dar testimonio vivo de Cristo (Lucas 24:49; Hechos 1:4, 8; 1 Cor. 12:1-31).
11. La Sanidad divina
LA SANIDAD DIVINA
A. La sanidad divina es prometida en las Sagradas Escrituras (Mt16:18;Stg 5:14-15;Rom 8:32;Sal 103:3).
B. La sanidad divina es privilegio de todo creyente, ya que se ha provisto la expiación del pecado por medio del sacrificio de Jesucristo (Is 53:4-5;1ª Ped2:24).
C. Cristo sanaba a los que a El acudían (Mt8:16;Hch 10:38).
D. Dios es nuestro Sanador (Ex 15:26).
E. Los dones de sanidades son impartidos por el Espíritu Santo a los creyentes (1ª Cor 12:9).
F. La sanidad divina confirma el amor y poder de Dios (Lc 5:23-24;1ª Cor 2:4;Mt 9:36).
G. Reconocemos que no tenemos todas las respuestas al hecho de que algunas personas no sean sanadas. Pero sabemos y experimentamos la verdad bíblica de que es propio de Dios, sanar. El encargo a la Iglesia no es sólo el ministerio de la reconciliación, sino el de la sanidad.
Nota: No se censura al creyente que busca ayuda médica cuando él crea que su fe no es suficiente para la sanidad divina. El punto principal es poner la confianza en Dios en todo caso de enfermedad.
12. La Iglesia como cuerpo de Cristo.
Creemos que la iglesia es el cuerpo de Cristo, la morada de Dios a través del Espíritu, divinamente señalada para el cumplimiento de su Gran Comisión. Cada creyente, nacido del Espíritu, es parte del cuerpo de Cristo y ninguna denominación o grupo en particular es dueño de la salvación del hombre, sino que todo aquel que haya recibido a Cristo como su salvador personal y lo haya confesado con su boca y creído en su corazón es parte de la iglesia y cuyo nombre esta escrito en el libro de la vida (Efe. 1:22, 23; 2:22; Heb. 12:23). Cada creyente nacido del E. S. es parte integrante de la congregación de los primogénitos que están inscritos en los cielos (Efesios 1:22-23,2:22,Heb 12:23)
En vista de que el propósito de Dios en relación con el hombre es buscar y salvar lo que se había perdido, ser adorado por el ser humano y edificar un cuerpo de creyentes a la imagen de su hijo, la razón prioritaria de nuestra organización como parte de la iglesia es:
1 ser el cuerpo de Dios para la evangelización del mundo (hechos 1:8, mateo 28:19-20, Marcos 16:15-16)
2 constituirse en un cuerpo congregacional en el cual gente pueda adorar a Dios
(1 Cor 12:13)
3 ser un instrumento en las manos de Dios para la edificación de los santos para que sean perfeccionados a la imagen de su Hijo (efesios 4:11-16, 1 Cor 12:28,14:12).
La iglesia es el cuerpo de Cristo, conformados por los llamados por el evangelio alrededor de la persona y obra del Señor Jesucristo, incorporados a ella por la obediencia a la verdad.
"Y yo también te digo, que tú eres Pedro y sobre esta roca edificaré mi iglesia y las puertas del hades no prevalecerán contra ella" (Mateo 16:18).
Sus prácticas y doctrinas están contenidas en la Palabra de Dios.
"Y sometió todas las cosas bajo sus pies y lo dio por cabeza a la iglesia, la cual es su cuerpo, la plenitud de aquel que todo lo llena en todo" (Efesios 1:22,23).
"Un cuerpo y un espíritu como fuisteis llamados en una misma esperanza de nuestra vocación" (Efesios 4:4).
"Y él es la cabeza del cuerpo que es la iglesia, el que es el principio, el primogénito de entre los muertos, para que en todo tenga la preminencia" (Colosenses 1:18)
13. La Santificación
Creemos en la santificación, subsecuente al nuevo nacimiento, por la fe en la sangre de Jesucristo, por medio de la palabra de Dios, y por el Espíritu Santo.
• Que la santidad es la norma de vida de Dios, para su pueblo.
Es el procedimiento mediante el cual se nos hace partícipe de la santidad de Dios; es una separación para el servicio a Dios; principia en la generación, es progresiva en su desarrollo, y llega al estado de perfección en la resurrección de los cuerpos en la 2ª venida de Cristo. (Romanos 6:19-22; 1ª Tesalonicenses 4:3-7; 2ª Tesalonicenses 2:13-14).
La santificación es un acto de separación de todo lo malo y dedicación a Dios (Rom 12:1-2, 1 Tes 5:23, Heb 13:12). La Biblia prescribe una vida de santidad sin la cual nadie vera al señor (hebreos 12:4) Con la ayuda del ES podemos obedecer el mandato que dice. “Sed santos como yo soy santo:. (1 Pedro1:15-16). La santificación se realiza en el creyente cuando este reconoce su identidad con Cristo en su muerte y resurrección, vive por la fe esta unión con Cristo cada día, y somete todas sus facultades al dominio del ES (Romanos 6:1-11,13,8:1-2,13,Galatas 2:20, Filipenses 2:12-13,1 Pedro 1-5).
"Y esto erais algunos; más ya habéis sido lavados, ya habéis sido santificados, ya habéis sido justificados en el nombre del Señor Jesús y por el Espíritu de nuestro Dios" (1ª Corintios 6:11).
Vivir piadosamente debe caracterizar la vida de todo hijo del Señor, y debemos vivir de acuerdo con el modelo y ejemplo dado en la palabra de Dios,
"porque la gracia de Dios se ha manifestado para salvación a todos los hombres, enseñando que, renunciando a la impiedad y a los deseos mundanos, vivamos en este siglo sobria, justa y piadosamente" (Tito 2:11-12).
"Pues para esto fuisteis llamados; porque también Cristo padeció por nosotros, dejándonos ejemplo para que sigáis sus pisadas; el cual no hizo pecado ni se halló engaño en su boca; quien cuando le maldecían no respondía con maldición, cuando padecía no amenazaba sino que encomendaba la causa al que juzga justamente;"
(1ª Pedro 2:21-23).
"Seguid la paz con todos y la santidad sin la cual nadie verá al Señor"
(Hebreos 12:14).
"Siendo como aquel que os llamó es Santo, sed también vosotros santos en toda vuestra manera de vivir; porque escrito está: Sed santos porque yo soy santo. Y si invocáis por padre a aquel que sin acepción de personas juzga según la obra de cada uno, conducíos en temor todo el tiempo de vuestra peregrinación, sabiendo que fuisteis rescatados de vuestra vana manera de vivir, la cual recibisteis de vuestros padres, no con cosa corruptible como oro o plata, sino con la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin contaminación" (1ª Pedro 1:15-19).
14. Vision y compromiso misionero
El ministerio
Dios ha dispuesto un ministerio cuyo llamamiento y ordenación viene del es con el triple propósito de dirigir a la iglesia en:
1 la evangelización del mundo ( Mrc 16:15-20)
2 la adoración a Dios (Juan 4:23-24)
3 La edificación del cuerpo de los santos para la perfeccionarlos a la imagen de su Hijo (Efesios 4:11-16)
• Creemos en una visión y compromiso misionero de llevar las nuevas de salvación a todas las naciones y a toda criatura (Mateo 28:19).
15. Creemos en un llamamiento Teocrático pero también en una armonía con un gobierno congregacional sobre la Iglesia.
I. GOBIERNO DE LA IGLESIA:
TEOCRACIA: Dios: El Padre y el Hijo Jesucristo gobiernan la Iglesia por medio del Espíritu Santo. Mateo 16:17-18. Este es el gobierno ideal porque viene del Corazón de Dios.
La autoridad en la Iglesia ha sido depositada por Dios en aquellos hombres que Él ha llamado para cuidar y alimentar el rebaño,
eso lo vemos en la Palabra de Dios desde el Antiguo Testamento. En el Nuevo Testamento, Dios continuó con el Gobierno
"TEOCRÁTICO" y estableció en su Iglesia los 5 Ministerios, que son para la edificación del cuerpo de Cristo. "Y Él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio".
Estos 5 Dones Ministeriales son para: Los que son Padres en la Fe "En madurez " Efesios 4:11
También Jesucristo imparte 7 dones para el servicio en la Iglesia "carismas" según Su gracia "caris". Estos 7 Dones son
Vocacionales. Se llaman así porque son para el servicio local de la Iglesia y son para personas que están madurando y requieren entrenamiento y disciplina.
Romanos 12:6-12.
También el Espíritu Santo reparte 9 dones operacionales a cada uno en particular como Él quiere, para la edificación de la
Iglesia, y éstos son para todos, aun para los que son tiernos en la Fe, ya que incluso ellos son hijos de Dios, aunque no haya
madurez en ellos. 1ª Corintios 12:4-11.
En la Iglesia local el Señor ha levantado al Pastor y los Ancianos quienes forman un cuerpo colegiado, llamado: "Cuerpo
Ministerial " para guiar y cuidar la Iglesia local.
II. Congregacional
Por su con- responsabilidad en el apoyo de la administración de las cosas del reino y del gobierno en todos los aspectos de la iglesia en general. Efesios 3:2
La administración de la palabra esta contemplado en este don, la cual debe ser dada eficazmente.
Somos una comunidad de creyentes que de acuerdo a su conciencia discierne los propósitos de Dios en la comunidad de la cual forma parte. Creemos en una autonomía que abre espacio para escuchar, consultar, aprender y compartir.
Por otra parte mantenemos una interdependencia que estimulan las relaciones de asociación y colaboración en todas las áreas del servicio.
B) La iglesia local y su gobierno
Las iglesias locales son autónomas y tienen gobierno propio, esto significa que tienen el derecho de administrar sus propios asuntos en armonía con los principios y acuerdos generales establecidos con la Palabra de Dios y la visión de El Ministerio Victoria es El.
La Autonomía de las Iglesias locales en su funcionalidad no modifica o cambia el predicar doctrinas contrarias a aquellas que creen, practican, enseñan y defienden las demás Iglesias que son parte del Ministerio Victoria es El.
La Iglesia Centro Cristiano Fuego Santo, de igual manera no puede aceptar ministros que han sido desaprobados por nuestra organización, ya que al hacerlo perjudicaría la armonía que debe de existir en la obra del Señor en general.
Dentro de esa armonía, cada Iglesia se gobierna a sí misma. Así como la Iglesia Centro Cristiano Fuego Santo, esta en la unidad del cuerpo que abraza el ministerio Victoria es El que es la autoridad final para la red de Iglesias que se unirán o sé que se afilien a nuestra red de Iglesias y Ministerios.
El pastor con el apoyo de la Junta Directiva examinará y decidirá si se construirán edificios, si se establecerán metas y objetivos de Evangelización. Nota: La Junta Directiva deberá mostrar sujeción y respeto a su autoridad, y dar Fruto de sentir carga por la Iglesia, ser prudentes en transmitir la Visión de La Iglesia, y se moverán en base a la autoridad delegada por el Pastor de la misma. El Pastor con el apoyo de la Junta Directiva promoverá a sus funcionarios y directivos, buscando juntos la dirección de Dios y Su plena confirmación.
1) EL PASTOR.
El Pastor es el director espiritual, y en el orden de autoridad es la máxima autoridad en la Iglesia tanto por su dignidad como por su utilidad. Pudiéndose llamar Ministro, Presbítero, etc.
Estos títulos describen diferentes actividades de su oficio. 1ª Timoteo 4:14, 5:17, 2ª Timoteo 1:11 y 4:5, Jeremías 3:15. El Pastor sirve a Cristo encargándose del desarrollo espiritual de la congregación:
I) Por predicar la Palabra, Orar y Exhortar y vigilar al pueblo de Dios.
También es el Presidente de el Cuerpo de Ancianos de la Iglesia, es el que sin tener "señorío sobre el rebaño" armoniza la voluntad de los funcionarios con la dirección y sabiduría que emanan de Dios.
En tal sentido, su proceder no es en forma arbitraria, sino en consulta con quienes laboran con él.
Es el presidente en toda sesión en la iglesia, y aun él será examinado por las autoridades a las cuales él está sujeto, en este caso al Cuerpo de 5 Consejeros que estará formado por Ministros que forman parte del Ministerio Victoria es El, y que serán de gran testimonio en el cuerpo de Cristo, a los cuales el Pastor, con la guianza del Espíritu Santo en oración, acudirá para consultar y analizar los proyectos, problemas y crecimiento de la iglesia. Es bíblico "obedecer a vuestros
Pastores".
II) El CUERPO DEL EQUIPO PASTORAL o JUNTA DIRECTIVA.
La Iglesia descansa en las funciones del EQUIPO Pastoral, el cual es examinado periódicamente de acuerdo a su fruto y su fidelidad.
Las atribuciones del Equipo Pastoral o Junta Directiva son:
a) Ejercer autoridad y disciplina y enseñar la Doctrina de la Palabra. Hechos 14:23, 15:1-2,
b) Cuidar y visitar a los miembros de la Iglesia y a los enfermos. Santiago: 14, 1ª Pedro 5:1-4
c) Orar por el Pueblo y vigilar su vida espiritual, por la razón de su oficio y cumplir con mayor celo y responsabilidad los deberes que les corresponden como líderes de La Iglesia.
d) El Pastor postulara quien será los nuevos siervos y se aprobarán junto con la venia del equipo pastoral
e) Fortalecer el ministerio de restauración de los miembros.
f) Adoptar medidas para el cuidado general de la propiedad.
g) Consultar al Pastor en el programa financiero de la Iglesia en nuevos projectos.
h) Trabajar en armonía con el Pastor apoyando sus planes para el progreso de la Iglesia.
II) REQUISITOS PARA SER MIEMBRO DEL EQUIPO PASTORAL O JUNTA DIRECTIVA.
a) Ser de Buen testimonio, llenos del Espíritu Santo y de sabiduría. Hechos 6:3
b) Ser honestos, sin doblez, no dados al mucho vino, no codiciosos de ganancias deshonestas, que guarden el misterio de la Fe con limpia conciencia.
Y éstos sean sometidos a prueba primero, y entonces ejerzan el Diaconado, si son irreprensibles.
Las mujeres asimismo sean honestas, no calumniadoras, sino sobrias, fieles en todo.
Los Diáconos sean maridos de una sola
mujer y que gobiernen bien sus hijos y su casa. 1ª Timoteo 3:8-12.
c) Haber terminado todo el proceso de la Visión, desde el “Quienes somos hasta el adonde Vamos”, siendo una persona fiel, capaz y comprometida
d) Aprender con diligencia la palabra y el mover del E. S.
e) cumplir con las leyes así como con Cristo.
e) Someterse a prueba para refinar su vocación y fe.
16. Creemos en el arrebatamiento de la iglesia y que este evento es independiente de la segunda venida de Cristo y que sucederá antes del periodo de la gran tribulación. (1 Tes. 4:16, 17; Rom. 8:23; Tito 2:13; 1 Cor. 15:51-52).
17. Creemos en la segunda venida de Cristo y que sus santos vendrán con el y juntos reinaremos con el por 1,000 años en esta tierra. Creemos que al final de estos mil años vendrá el juicio final y la creación de un nuevo cielo y una nueva tierra donde moraremos por toda la eternidad con nuestro Señor (Zacarías 14; Apocalipsis 20, 21).